Add parallel Print Page Options

Por entonces, Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor junto con toda su familia. También creyeron y se bautizaron muchos corintios que escucharon el mensaje.

Cierta noche, dijo el Señor a Pablo en una visión:

— No tengas ningún temor. Sigue anunciando la buena nueva sin que nada te haga callar. 10 Yo estoy contigo, y nadie te atacará ni te causará daño; además hay muchos en esta ciudad que están destinados a formar parte de mi pueblo.

Read full chapter